The story – Brandi Carlile

Esto también me veo obligada a reconocerlo: Ningún género musical me causa una repulsión tal, como las baladas. No importa el idioma, las épocas o los cantantes, simplemente lo paso por el costado como si no estuviera allí.

Pero, por estas cosas de la vida, casi accidentalmente llegue a escuchar “The story”.
Y los resultados fueron demoledores, la voz de Brandi Carlile me produjo tanta emoción que casi rompo en llanto.
La canción es simplemente una belleza completa, romántica es cierto, pero real y no utópica como tantas canciones de amor que inundan las radios locales.
En gran parte eso se debe a la voz y al sentimiento de la estadounidense Brandi Carlile una verdadera artista, en el sentido que, lo que dice lo dice con una honestidad con la que, puedes no identificarte por completo, pero que te hace sentir parte de esa historia.

El disco “The story” no es sólo una canción, es bastante mas que eso, una serie de historias que uno conoce y reconoce dentro de su vida, que resultan poesía pura dentro de un hermoso rosal, donde no faltan las espinas.

“The story” es una canción que te enamora, y un disco que llega a tu corazón…así como a tu mente.

Volverte a ver (Una historia mia)

Una paloma hizo amistad, durante la primavera de su vida con una flor de la pradera. Se conocieron poco, por ser tan distintas eran una asociación inesperada, pero ambas sabían que eran muy parecidas en el fondo.

La pequeña paloma, siempre dispuesta a explorar nuevos territorios tenía muchos sueños por cumplir y veía en sus alas, su mejor instrumento para ello.
La flor, resignada a crecer sola en los campos, admiraba la valentía de su amiga y al mismo tiempo, le asustaba hasta donde podía llegar su espíritu aventurero que, por supuesto, ella jamás tendría.
Un día la paloma le anuncio su despedida y la flor, que no se resignaba a perder a su mejor amiga le hizo jurar que se volverían a encontrar en el camino de sus vidas.

La paloma, emocionada en su juventud, viajo tanto, que llego a cumplir todos sus sueños, excepto uno: volver a ver a su amiga, la pequeña flor que le había prometido ir a su encuentro, aún a pasó lento.

Lo cierto es que la pequeña flor jamás dejo de ser pequeña y no salio de la pradera mientras la paloma ya cansada por los diversos viajes, se quedo esperando a la flor.

The Painted Veil: Al otro lado del mundo

Lo admito, tengo cierta repulsión hacia las historias de amor que pasan el los cines (léase: comedias románticas) porque todas terminan exactamente igual, algunos productores hasta usan descaradamente a los mismos protagonistas, así que a mi realmente me da igual ver una película u otra, no les encuentro diferencia.

Pero The painted veil, esta bastante lejos de ser esa clase de trabajo. Lo que me llamo a ver esta película no fue el titulo que le pusieron para Latinoamérica, en absoluto de mal gusto, sino de hecho la participación de Edward Norton un actor al que admiro muchísimo por el talento que posee y por las diversas causas sociales en las que esta involucrado. De hecho, el que sea productor le da aun mas peso a la película, básicamente por eso me anime a verla, porque sabía que, como todos los trabajos de Norton, no es nada común y mucho menos malo.

Y no estoy defraudada en lo absoluto: Esta es la historia de Kitty (Naomi Watts, impecable) una muy superficial y engreída dama de la sociedad inglesa que se casa con Walter Fane (Edward Norton ) sólo porque sabe que es la única forma de liberarse de sus padres. Walter la lleva a China, donde el trabaja como bacteriólogo, ella no tarda en aburrirse de una vida tan monótona y tiene una aventura con otro hombre. Walter descubre la infidelidad y decide llevarla consigo a un alejado pueblo donde hay una epidemia de cólera.
Basada en una novela de W. Somerset Maugham y dirigida por John Curran, esta película es mucho mas que una historia de amor, tiene un trasfondo político y social muy interesante y que la aleja por completo de las convencionales y superficiales producciones de Hollywood actual.
Simplemente fascínate y conmovedora de principio a fin.