24 diciembre 2007

Poemas de invierno

Lo que hace una adolescente cuando tiene mucho tiempo libre, algunos problemas y nada de vergüenza (para escribir):
La ciudad estaba iluminada
pero oscuras eran las miradas.
Algún día renacerá la esperanza
algún día volverá la alegría.

No digas que perdiste
lo que nunca poseíste.
No digas que ganaste
si en realidad nunca fallaste.

Deja de decirte a ti mismo: “jamás podré, jamás lo haré”
Como te atreves a decir que res dueño de tu destino
si jamás pudiste decidir por ti mismo.

No estoy contigo y nunca pretendí estar sin ti.
¿Es ese el epilogo de lo que llaman “una amistad sin fin”?
De verdad no lo esperaba y todo lo que sentí después…
¿Por qué no lo expresaba?
Cuando una siente algo tan importante parece no sentirlo en realidad.


La luz, la oscuridad, el movimiento
son estados por los que pasamos
como los barcos en medio de la tormenta o del sol mas hermoso.
El terror puede cerrar todas las salidas del alma
o la felicidad abrir demasiadas puertas
Desamparados en ambos casos
nos creemos ínfimos o invencibles.
¿Qué mas podemos ser?
Nadie nunca nos abrirá una puerta
que nosotros mismos hemos cerrado

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